Amsterdam y el amor a las bicicletas

Picture by simmonsaid
(LOMO LCA+)

Cuando vas por primera vez a Amsterdam crees que todo es mentira, que es un parque temático. Pero cómo te vas a creer esa locura. Los edificios deformándose según pasas, millones de bicicletas personalizadas sobrepasándote por delante y por detrás, tranvías esquizoides, turistas volcánicos, escaparates de neón entre canales, carne a precio de oro, meaderos masculinos en plena calle y encima me dicen que esa ciudad está ganada al mar, pero acaso va a resultar que los holandeses son más listos que la Naturaleza… y encima, ¿marihuana?



Lo dicho, una locura, pero ¿qué tendrá ese desequilibrio tan equilibrado que engancha?. Tantos rincones mágicos y tantas ventanas sin cortinas te hacen sentir en otro Mundo.




Todavía recuerdo, ahora que hace un año que regresé (con nube volcánica incluída), varios momentos especiales.

Cuando llegué al Red Light Distrit (Barrio Rojo) y vi lo que allí se tramaba. Por mucho que uno lo hubiese visto en la televisión o leído en libros, por mucho que uno hubiese hecho el esfuerzo de imaginarlo, uno no se cree que existan personas (mujeres) en escaparates. Es una mezcla, entre atracción y desasosiego. Sientes que dentro de su parcelita de infierno no están tan mal, que al final ellas eligen, pero NO, ellas no eligen, una persona que hace eso (por la razón que sea) NUNCA ELIGE. Y eso da un poco de miedo, sí de miedo.

Que sería Amsterdam sin las bicicletas. Hay el doble de bicicletas que de ciudadanos censados en la ciudad. Recuerdo que un agradable chico nos lo contó durante el Free Tour. 100% recomendable para tu primera vez en Amsterdam.


Sin darme cuenta me volví a enamorar.
OS DEJO UN TEMA QUE OS PUEDE ACOMPAÑAR LA PRÓXIMA VEZ:
por decir algo # simmon sai #